Patricia Ayllón Saura, HHCC

«Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos» (Flp, 4, 4)

Me llamo Patricia Ayllón, soy hermana Apostólica de Cristo Crucificado y este año, el 19 de marzo, acepté el gran compromiso al que Jesús me ha llamado haciendo mis primeros votos dentro de la Congregación.

Cuando hace años descubrí, con mucha ayuda y discernimiento, que algo estaba pasando en mi vida y que quizás el Señor tenía algo que ver, no me creía lo mucho. Necesité y sigo necesitando mucha oración y mucho acompañamiento para poder seguir el camino que Dios me va marcando.

Yo siempre he trabajado en la parroquia y en cosas relacionadas con la Iglesia. Durante mucho tiempo me sentí muy bien pero llegó un momento en el que creí que Dios me pedía más. Por casualidad me tropecé con mucha información en internet, pero no fue hasta que encontré a personas que me ayudaron cuando de verdad comencé a saber realmente que Dios estaba ahí intentado decirme muchas cosas.

Mi vocación como religiosa no surge en un momento puntual, sino más bien yo siento que el Señor ha ido trabajando en mí y me ha ido llevando de la mano para conducirme por muchos sitios y lugares, para ponerme delante de muchas situaciones y de muchas personas, que de verdad me han ayudado muchísimo y lo siguen haciendo, porque cada día sigo descubriendo nuevas cosas y tengo nuevas oportunidades para volver a decir Sí a Dios.

Ahora estoy en Mozambique (África), las cosas han cambiado en mi vida y siento cada día como el Señor se hace presente en medio de la gente más necesitada, en las situaciones más extremas pero también en la cotidianidad del día a día.

Me siento feliz y con fuerzas, agradecida y bendecida porque sé que también hay mucha gente que reza por mí.